Noche de Brujas
Se acerca la Noche de los Muertos. La Noche de las Brujas. Hoy celebramos la transformación en un rito de paso entre la Vida y la Muerte.
Dicen que hoy la línea entre los mundos es más fina que cualquier otra noche. La delgada e invisible línea que separa la luz de la oscuridad, los vivos de los muertos.
Para los celtas el año dividía básicamente en 2 mitades o energías: época de Luz (época veraniega) y época de oscuridad (época invernal). Así que tiene sentido que el 1 de noviembre sea un símbolo de cerrar y abrir un nuevo ciclo que, además, este año, coincide con la Luna Negra o Luna Nueva, pura oscuridad, de la que venimos y a la que vamos.
El 1 de noviembre es el día de los Difuntos y la Abuela Luna nos regala esta noche oscura. La «noche oscura del alma» decía San Juan de la Cruz. La Luna siempre está presente, aunque en Luna Nueva nuestros humanos ojos no puedan percibirla, su influencia se nota. Y mucho. Al igual que nuestros difuntos ancestros. Gracias a ellos estamos aquí. Siempre están con nosotros, aunque nuestros humanos ojos no puedan percibirlos, los notamos, y muchas veces, aunque estén muertos, los sentimos muy vivos a nuestra vera.
Esta noche es muy especial, se cierra un ciclo para comenzar otro. Es momento de hibernar, de volver a nuestro interior. De dejar de buscar fuera lo que siempre has tenido dentro. Me decía mi abuela materna “Si no sabes hacia donde vas, vuelve siempre hacia de donde vienes”, y ahora entiendo su significado y la agradezco sus dones pese a que la herencia emocional que me dejó, a veces no sea fácil de llevar sobre estos hombros de mujer menuda que me han tocado cargar. Dicen que mi Abuela era una de ellas. De las Brujas.